BIENVENIDA AL BLOG

Va a ser este un blog dedicado por mí a otros contenidos. Comienzo con él mi fase más pública, una participación en el mundo de la política que hasta a mí me ha resultado sorpresiva, pero que en el fondo no deja de ser más que una respuesta a ese lado más social que desde siempre he demostrado a lo largo de mi trabajo. Recién llegada al mundo de la política municipal, he de confesar mi ilusión por seguir trabajando por la ciudad que me vio nacer de una manera mucho más intensa de lo que lo he hecho durante todos estos años a través de las actividades que he ido desarrollando a lo largo de mi vida profesional.
Es diferente ver la vida desde este lado, pero también enriquecedor, a pesar de todas las dificultades con las que sé me voy a encontrar en este nuevo recorrido.
Mi decisión, trabajar por y para mi ciudad, está teniendo muy buena acogida en el amplio entorno en el que me muevo, y espero que el fruto comience a verse enseguida, junto al conseguido por el esfuerzo del resto de mis compañer@s.
Son muchas las responsabilidades que me han correspondido, pero todas directamente relacionadas. Por eso, aunque ya llevaba más de un año con el blog de "igualdad" que voy a seguir manteniendo, he decidido abrir este otro que dé cobertura al resto de áreas que van a ser de mi competencia.
Espero que resulte de interés para la ciudanía de Astorga y sus pedanías, porque a todas ellas deseo extender mis desvelos.
Gracias por vuestra visita y también, si las hubiera, por vuestras sugerencias en torno a mi trabajo.

sábado, 24 de septiembre de 2011

AQUELLA ASTORGA DE NUESTRA HISTORIA, una propuesta de los quintos del 37 para recordar una Astorga que se nos fue

El sábado día 24 tendrá en Astorga una nueva convocatoria de los quintos del 37 que, en esta ocasión, y de la mano de Fernando Alonso, nos ofrecerán un recorrido fotográfico por los años en que esta generación vivió su infancia, y que será sin duda un acto de nostalgia para cuantos astorganos y astorganas se acerquen a compartir estos momentos. El acto será introducido por la bibliotecaria municipal, Esperanza Marcos, y por mí como concejala de cultura y educación, para dejarnos llevar luego por las imágenes del archivo fotográfico de Fernando Alonso y sus siempre acertados comentarios. 
Una cita para no perderse. A las 18'30 horas en la Biblioteca Municipal de Astorga.

NUEVA GUÍA DE LECTURA DE LA BIBLIOTECA MUNICIPAL CON MOTIVO DEL DÍA MUNDIAL DEL ALZHEIMER.

Como viene siendo habitual en nuestra biblioteca, el personal técnico de la misma ha preparado una guía de libros, películas y otros recursos en torno al tema del Alzheimer que ha puesto a disposición de tod@s sus usuari@s. 
Esta ha sido la contribución de este departamento municipal a la labor de concienciación llevada a cabo desde la Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer de Astorga, en torno al pasado día 21, día mundial de dicha enfermedad, habida cuenta, además, de que este año de 2011 ha sido reconocido como Año de la investigación en Alzheimer.
Esta propuesta ha sido canalizada a través de la concejalía de educación, de la que directamente depende la biblioteca, además de las de Cultura y Familia, Igualdad y Servicios Sociales, esta última la que se encarga de la relación con las asociaciones de carácter social, y que trabajó conjuntamente con la misma en la preparación de parte de la programación orientada a la sensibilización de la sociedad sobre un tema que planea por encima de tod@s.
La guía de recursos está a disposición de quien la necesite en la propia biblioteca y en la asociación, además de poder consultarse en la pág. de oficial de este departamento. 
Una forma de acercarse directamente y de encontrar pautas de reflexión sobre el Alzheimer.

viernes, 2 de septiembre de 2011

MEMORIA DE UN INSTANTE, 20 años de fotografía para crear historias


Hay imágenes fijas, fotografías que guardan tras ellas toda una historia. Hay veces que podríamos decir que incluso todo un mundo lleno de ellas. Imágenes que nos sugieren universos, que nos sugieren vidas. Imágenes que ponen a funcionar nuestra memoria, nuestros deseos, nuestros sentimientos, nuestra imaginación… Y nos dan pie a crear, a dar forma y contenido a esas historias a través de otras maneras de expresión como la literatura, la pintura, la escultura,… o el cine. Todas esas formas artísticas son las que este año se dan cita en este nuevo y exitoso Festival de Cine de Astorga, que ya va por su decimocuarta edición, y en la que la exposición fotográfica “Memoria de un instante” supone un magnífico complemento que viene a demostrarnos como los caminos del arte confluyen, a menudo, en el mismo punto.
Observando las magníficas fotografías que componen esta muestra, con un título tan sugerente como el que ostenta, me reafirmo en la idea de que fotografía y cine van íntimamente ligadas, al igual que puede irlo – y de hecho lo hace – cine y literatura, o cine y teatro. Tal como Luis Miguel Alonso Guadalupe, el director del certamen de cortos, ha tenido el acierto de insinuarnos a través de la programación de este año, y que ha aglutinado bajo la idea que conforma el eje central del Curso de Verano de la Universidad de León que también la complementa, “Del papel a la imagen”.
Ahora, al ponernos frente a las magníficas fotografías que nos muestran la visión de quienes las captaron de una realidad que nos rodea, a veces sin llegar a verla, tenemos la oportunidad de trascender más allá de los momentos, de los instantes que cada una de ellas recogen, e imaginar las  historias, reales o ficticias, que se esconden tras cada pedazo de papel que las soportan.
¡Quién sabe! Es posible que en algunas descubramos retazos de nuestra propia vida, o la huella de esa película que un día vimos o que, tal vez, podamos descubrir en Astorga en este septiembre de cine que nos espera.
La fotografía es una forma de arte, de expresión, que nos permite acercarnos a la realidad con la visión propia, personal, de quien la realiza y con la que no siempre coincidimos, pero que nos aproxima a realidades distintas. Porque el mundo transcurre con una multiplicidad de perspectivas que son las que le dan su riqueza y su interés.
Fotografía y cine. Teatro y cine. Literatura y cine... Una realidad artística en la que el Festival de Astorga nos envolverá este año con la complicidad de quienes se han mostrado tan favorables a traer hasta nuestra ciudad todas estas formas de expresión.
                No olvidemos la visita a esta exposición. Transitemos con calma por estos 20 años de instantes, deslicémonos del color al blanco y negro, perdámonos en el gesto adusto, en la sonrisa, en los ojos de quienes nos observan desde las paredes mientras son observados, perdámonos en su alegría, en su tristeza…, en la fuerza invisible de los objetos y las escenas, para dejarnos llevar hacia otras realidades y, desde ellas, construir la nuestra propia. Más limpia, más humana, más esperanzadora…, como la que seguramente espera la niña del cartel que nos anuncia esta muestra, desde la profundidad y la emoción de su sonrisa.
Mercedes Glez. Rojo
(Concejala de Cultura)

"ECOS DEL CAMINO". Un recorrido interior por el Camino de Santiago, de Manuel Fuentes

El pasado día 26 de agosto se presentó en Astorga, de la mano del Ayuntamiento de la ciudad, del Instituto Cepedano de Cultura y de  la Casa de León en La Coruña, el libro "Ecos del Camino", del escritor leonés Manuel Fuentes. La Ergástula se llenó de oyentes que acudieron a conocer de primera mano la obra de este autor en cuya presentación intervinieron la alcaldesa de Astorga, Victorina Alonso, el presidente de la Casa de León en La Coruña y yo misma como concejala de Cultura. Una vez más estos antiguos muros se llenaron de resonancias literarias para recibir los "ecos" de un camino personal, pero también literario, que recorrimos cuántas personas nos encontramos presentes acompañando a Manuel Fuentes mientras rememoraba para nosotros su experiencia.



"El cielo está despejado y el sol brilla ya con fuerza, anunciando un día tórrido. Hileras de álamos nos acogen con el suave frescor de sus sombras. Llueven abundantes copos, irregulares trozos de algodón, en vuelo y caída lenta antes de llegar al suelo. 

- Parece que está nevando - observa Enrique.
- Sí, es cierto. Sólo desde la copa de los árboles hacia abajo. Mira el suelo - dice el viajero. 

Los árboles se han conjurado; lloran juntas sus últimas flores, con tal abundancia que parece nieve, saludando el paso de los viajeros, para cuajar sus imaginarios copos en un suelo blanquecino en el fondo de la chopera".(Págs. 152 - 153)

Esta es una de las descripciones con las que el autor de hoy va jalonando su relato en torno al Camino. Un relato escrito a modo de diario, de cuaderno de viajes, con el que nos invita a acompañarle de nuevo por este viaje que resulta iniciático para cuantas personas lo emprenden. He querido escoger un fragmento del  capítulo que el autor dedica a la etapa de nuestra provincia porque es algo que nos resulta muy cercano, algo que va inmerso en nuestra propia ideosincrasia. También quiero decir que agradezco a Manuel Fuentes que, a través de Avelino Abajo Ares, haya decidido acercarnos su obra. Y es que es significativo que este libro de Manuel, Ecos del Camino, se presente hoy aquí, en nuestra ciudad, uno de los lugares más emblemáticos del Camino de Santiago.  No solamente del Camino Francés sino también del que viene del Sur, coincidiendo en un importante tramo con la Vía de la Plata romana. 
Porque Astorga es y ha sido siempre encrucijada de caminos, caminos a través de los cuales nos han llegado, enriqueciéndonos, influencias de otras culturas, de otros mundos. Influencias que van quedando en nuestro poso  histórico como "ecos" de las distintas realidades que por aquí pasan. Como esos "ecos" que Manuel va compartiendo a lo largo de sus páginas, dejados en él por los paisajes recorridos, como el que se nos describe en el fragmento con el que inicié la presentación. Pero también por los personajes ligados a dichos paisajes, o con las personas con las que en alguno de los tramos recorridos comparte pasos y experiencias. De esos momentos sabemos mucho en esta localidad, porque los peregrinos - ahora también las peregrinas - han formado parte desde antiguo del día a día de nuestra localidad. 
Permitidme que para dar fe de ello comparta con todos, con todas,  ustedes, otro fragmento, seleccionado también del capítulo dedicado al paso por la provincia de León (hay que barrer para casa) 
 
"Aún recuerdo sus caras, su expresión de sorpresa y enorme agradecimiento. Tiritaban cuando entraron esa mañana en el bar, mal protegidos contra la lluvia y el frío. Les invitamos a tomar asiento en nuestra mesa, a secarse un poco y a un desayuno bien calentito. Americanos, estudiantes de post-grado, novios, residentes en Miami, descendientes de hispanos - por eso hablamos bien el español, decían -. Victoria y Tito venían en pantalón corto, con media bolsa de magdalenas colgadas de la mochila. Admitieron su bisoñez, su falta de previsión, su inmadura creencia de que en esta época y en España podría hacer tan mal tiempo. La evidencia era suficiente, no merecían más castigo; solo procedía ayudar". (Pág. 190)

Como bien se puede apreciar, este fragmento nos habla de la solidaridad que espontáneamente surge en el Camino. Algo bien conocido, seguramente por todos/as nosotros/as, pues ¿cuántos/as de quienes aquí nos encontramos no hemos realizado alguna etapa del mismo, o conocemos a alguien que lo ha hecho, convirtiéndonos en testigos de este tipo de escenas?
Son otros "ecos" dentro de ese viaje que a veces se realiza de muchas maneras y que va dejando en quienes lo realizan un poso de recuerdos y experiencias que pueden resurgir de pronto como la reverberación de ese sonido que determinados paisajes nos devuelven. "Ecos" que van sembrando en otros el deseo, a veces latente durante mucho tiempo, de iniciar también  esa ruta. O de repetirla de nuevo, en otro momento, en otras circunstancias. Para encontrar en el mismo el origen de un sentimiento, de una necesidad, de una mirada, un paisaje, una amistad...
Acompañar a Manuel Fuentes por este "camino" suyo, lleno de "ecos" personales, es tal  vez encontrar la necesidad de una experiencia futura. 
¿Será eso lo que le quede a la protagonista de este nuevo y pequeño fragmento del libro, tras su encuentro con el peregrino al que acompaña? 

La niña reía, haciendo aún más atractivo su "pocito" en la mejilla, diana perfecta para un dulce beso. Había llegado al albergue de Ponferrada dando una mano al viajero y llevando en la otra la credencial de éste. Tenía así oportunidad  y disculpa para ver por dentro el edificio en donde todos los días veía entrar y salir peregrinos, sobre todo este año, en sus idas y venidas al colegio. Quería tener ella un momento de protagonismo; con decisión puso el documento encima de la mesa. Extendió el hospitalero el plegado documento, en busca de la casilla correspondiente para estampar el sello; miró al mismo tiempo a la pequeña. 

-Es de él, ¡eh! - dijo señalando al viajero, algo avergonzada, pensando que el sonriente voluntario buscaba su nombre en la credencial. 
- Pero algún día traerás la tuya propia - contestó el hospitalero. 
- No sé, contestó la niña, encogiéndose de hombros. 

Pronto se desinhibió la chiquilla, mirando y comprobando todo cuanto se le permitió. Tenía que tocar el bordón, el sombrero, la mochila, la concha - una y otra vez, ya lo sabes, amable lector - y todo aquello que le producía intriga, tal vez también admiración, a sus nueve años. A las puertas del edificio alguien esperaba, con paciencia y resignación, para devolver la niña a su casa. 

- ¿Què? ¿ Satisfecha, Laura?
- Sí
- ¿Pero no te dije hace tiempo que te traía aquí y podías entrar en el albergue cuando quisieras?
- Sí, pero tú no eres peregrina, no tenías derecho." (págs. 200-201)

Hay derechos que solo se adquieren con el sacrificio del Camino, y experiencias que - una vez vividas - marcan de tal manera nuestra existencia que, aún cuando parezca que las olvidamos, solo esperan la oportunidad para volver a nosotros rebotadas. Como un eco, el eco de nuestras vidas o de las de quienes pasaron un día por la nuestra. Por ello, Manuel, considero un fantástico acierto el título del libro que hoy compartes con nosotros entre estas piedras que también nos devuelven los "ecos" de nuesto pasado, y te cedo la palabra para que nos sigas hablando de las experiencias que encierras entre sus páginas, dándote las gracias por la oportunidad de compartirlas contigo.
Astorga
26 de agosto de 2011

jueves, 1 de septiembre de 2011

EN SEPTIEMBRE... ASTORGA, DE CINE.

El pasado lunes, 29 de agosto, se presentaba a prensa, primero en Astorga y luego en León, el XIV Festival de Cine de Astorga. En Astorga, fuimos Luis Miguel Alonso Guadalupe, director del certamen, y yo misma como concejala de cultura, quienes hicimos dicha presentación. En León nos acompañaron además un representante de la Diputación de León y un representante de Caja-España/Duero, ambos como patrocinadores de dicho evento.
Por mi parte decir que estoy orgullosa de encontrarme inmersa en la magnífica programación preparada por Luismi para este año, una programación que interrelaciona con el teatro, con unas magníficas exposiciones  y con un interesante y completo Curso de Verano, organizado junto a la Universidad de León, a través de la figura de Isabel Cantón que nos llevará en un fabuloso recorrido "DEL PAPEL A LA IMAGEN". 

Sirvan esta palabras como introducción a este cinematográfico mes que nos espera en Astorga. Porque 

EN SEPTIEMBRE... ASTORGA, DE CINE.

Astorga siempre se destacó por su pasión cinéfila. Aún recuerdo los tiempos en que astorganos y astorganas podíamos disfrutar del cine en nada menos que cinco salas comerciales, eso sin contar las proyecciones que se realizaban en colegios y parroquias, o aquellos en que muchas películas se estrenaban en nuestra ciudad incluso antes que en la capital de la provincia, y - si estabas allí estudiando - estabas deseando que llegara el fin de semana para acudir al estreno que se producía aquí antes que en León. Esto a nivel de espectador/a.
A otros niveles, nuestra ciudad - pequeña ciudad - es y ha sido cuna de un número importante de personas ligadas a los diferentes aspectos del cine, fundamentalmente a la dirección, aunque también a otros. Un ejemplo de ellas es el director del propio festival, Luis Miguel Alonso Guadalupe, que nos ha ofrecido títulos paseados por numerosos festivales de reconocido prestigio como "Los abanicos de la muerte", "El bandido maragato", "La gentileza de los desconocidos", "9 artistas leoneses", ... Pero también Iñaki Campos, Antonio Martínez, Tomás Valle, Javier Gutiérrez ... O como Claro García, uno de los mejores publicistas que hay hoy en día en el panorama español, iniciado como cineasta en Astorga, que ha desarrolla tareas de guionista junto a Javier Fesser, y con cuya presencia podremos contar en breve dentro del propio Curso de Verano. 
Por eso Astorga no puede ni quiere desprenderse de la magia del cine y apuesta por una amplia programación que ya ha tenido sus inicios durante el verano y, que tras este mes de septiembre en el que se centra muy especialmente, pretende continuar para el resto del año, tratando de devolverle a la ciudad y sus habitantes esa pasión cinéfila que siempre fue una de sus señas de identidad. 
Así que no lo olvidemos y disfrutemos 
EN SEPTIEMBRE... ASTORGA, DE CINE. 
Un momento de la presentación en el ILC.

HOMENAJE A GABRIEL FRANCO. Ministro de Hacienda astorgano durante la 2ª República.

El pasado día 17 de agosto, a las 20'30 horas, tuvo lugar en el ayuntamiento de Astorga un homenaje a Gabriel Franco, ilustre astorgano que allá por la 2ª República llegó a Ministro de Hacienda bajo la presidencia de Manuel Hazaña y con quien nuestra ciudad tenía una deuda de reconocimiento. 
El Salón de Plenos, lugar en el que ha quedado su placa para la historia de Astorga, estuvo abarrotada de gente de todas las ideas políticas, en un acto que resultó  sin duda emocionante. 
Tras una breve presentación del acto hecha por mi parte, como Concejala de Cultura, intervinieron por este orden: 
  • Martín Martínez, Cronista Oficial de Astorga
  • Castorina y Benito Escarpizo, como autores del trabajo artístico de la placa
  • Juan José Alonso Perandones, ex-alcalde de la ciudad, bajo cuyo anterior mandato se puso en marcha la iniciativa de este reconocimiento que ha culminado en este mes de agosto
  • Victorina Alonso Fernández, alcaldesa de la ciudad quien clausuró el acto con unas palabras en torno al homenajeado y el descubrimiento de la placa conmemorativa, que se cerró con un caluroso aplauso por parte del público asistente.  
Dejo aquí algunos de los textos de las intervenciones que se produjeron durante el acto.

PALABRAS DE BIENVENIDA a cargo de la Concejala de Cultura. 
Buenas tardes y bienvenidos, bienvenidas, a este homenaje que el Ayuntamiento de Astorga quiere hacerse hoy a Gabriel Franco, quien hace ya 75 años llevó el nombre de nuestra ciudad al Ministerio de Hacienda, durante una etapa de la II República. 
Queremos dar las gracias por su presencia hoy aquí, de manera muy especial, a sus descendientes, que también nos acompañan. 
Este quiere ser un sencillo pero emotivo acto con el que reconocer a uno de nuestros antepasados el lugar en el que nos puso y lo que durante su periplo político hizo por nuestra tierra. 
Dice el refrán que " de bien nacidos es ser agradecidos". Y hoy, todos quienes estamos aquí, queremos hacer honor al mismo.
Para conocer un poco más a Gabriel Franco, contamos hoy con la presencia de varias personas cuya intervención seguirá el siguiente orden: 
  • Martín Martínez, quien nos hará una semblanza del personaje
  • Castorina y Escarpizo, que nos hablarán del trabajo artístico realizado
  • Juan José Alonso Perandones, ex-alcalde de la ciudad, bajo cuyo anterior mandato se puso en marcha la iniciativa de este reconocimiento que ha culminado en este mes de agosto
  • Victorina Alonso Fernández, alcaldesa de la ciudad que clausurará  con  el descubrimiento de la placa conmemorativa. 

INTERVENCIÓN del Cronista de Astorga, Martín Martínez
Un momento de la intervención de Martín Martínez, Cronista oficial.


SEMBLANZA DE GABRIEL FRANCO LÓPEZ
17 de agosto de 2011- Descubrimiento de la lápida en el Salón de Sesiones
                                                                                           Martín Martínez
                                                                                   Cronista oficial de Astorga

Aunque algunos se empecinen  en ello, vamos a dejar de lado esas cuestiones que se dicen “memoria histórica”. Porque hay memorias que sí vale la pena tenerlas presentes; hay actos que son de justicia por lo que hay que obviar los signos políticos. Aquí, en Astorga, hemos tenido ejemplos de cómo deben hacerse las cosas sin producir irritaciones. Recordemos el homenaje que se tributó en 1934 con busto incluido en el Jardín, a Manuel Gullón, promovido por una corporación mayoritariamente de izquierdas; recordemos cómo la primera corporación de esta etapa democrática , con mayoría de derechas y centristas, acordó por unanimidad dedicar una calle al alcalde Carro Verdejo, víctima de aquella guerra incivil. Ambos, Gullón y Carro habían sido astorganos ejemplares que buscaron el bien y el beneficio para su ciudad.
Hay memorias que sí vale la pena tenerlas presentes, como la de hoy. Recapitulemos. Allá por 1989 pocos astorganos teníamos memoria de un prohombre de la ciudad: algunos familiares, un puñado de conocidos y cierto número, escaso, de personas interesadas por las cosas y las gentes de nuestra Astorga. Porque la memoria, señores míos, tiene que servir para limar asperezas y buscar la reconciliación, nunca para exaltar los ánimos de unos u otros. Esos dos ejemplos que acabamos de citar pueden marcar la pauta.
Ese año en cuestión, 1989, el equipo de gobierno municipal que encabezaba Juan José Alonso Perandones, presentó una moción que fue aceptada, como las citadas, por unanimidad. Se trataba de proceder al cumplimiento de un acuerdo que el pleno municipal había aprobado el 27 de febrero de 1936, hacía nada menos que 53 años.
En ese mes de febrero de aquel fatídico año, Azaña formaba gobierno  y designaba como ministro de Hacienda a un joven, catedrático de economía de la universidad, el  astorgano GABRIEL FRANCO LÓPEZ.
El entusiasmo que desbordó a los habitantes de Astorga fue indescriptible; la ciudad estalló de alegría como había ocurrido treinta años antes al ser designado ministro Manuel García Prieto (o cuando lo designaban presidente del Consejo, hasta en cinco ocasiones); como había ocurrido en las postrimerías del siglo XIX cuando el designado ministro era Pío Gullón, a quien le tocó lidiar el toro de 1898 con la declaración de guerra a los estados Unidos y después con la cabeza gacha firmar una paz que, de un plumazo, hundía absolutamente aquel imperio colonial..
Aquel 27 de febrero de 1936 en Astorga hubo lanzamiento de cohetes y voladores, la Banda Municipal recorrió las calles interpretando alegres marchas y el pleno municipal en sesión extraordinaria acordó: declarar Hijo Predilecto al nuevo ministro Gabriel Franco; dar su nombre a la plazuela llamada de San Julián y colocar en el salón de sesiones un medallón con su busto.

Los acontecimientos de julio del 36 dieron al traste con aquel acuerdo. Y más aún; la Corporación que se configuró en aquel otoño, en la que buena parte de sus componentes lo hacían a regañadientes –esto ha de tenerse en cuenta y comprobar en las actas las dimisiones de unos y los ceses de otros- aquella Corporación digo, aprobó a propuesta del alcalde, cuyo nombre es mejor no mencionar, revocar los acuerdos tomados el 27 de febrero, retirando el nombramiento de Hijo Predilecto y cuanto se había acordado para honrar a Gabriel Franco. Lo que hizo aquel alcalde en 1936 se hace ahora con demasiada alegría, en ocasiones

Desde la Alcaldía me han encargado que en este acto ofrezca a ustedes una breve semblanza de quien hoy, 75 años después, tendrá todos los honores que se acordaron entonces. Detrás de ese paño rojo (yo esperaba que fuera la bandera, constitucional y española) está la efigie y faz de Gabriel López Franco, ideada en su conjunto por Benito Escarpizo, con medallón de su busto salido de las manos mágicas de Castorina. Está ahí mismo, al lado de Manuel García Prieto que ya se ha dicho, fue ministro varias veces y presidente del Gobierno cinco; está frontero del otro ministro astorgano, Pío Gullón; del diputado nacional más popular que ha tenido Astorga, Manuel Gullón; del insigne militar y benefactor de la Enseñanza, Lope María Blanco de Cela y del sabio astorgano por antonomasia  don Marcelo Macías. Mejor compañía no ha podido dársele y mejor vecino no hubieran podido soñar estos prohombres. Gabriel Franco, tercer ministro astorgano está donde debe estar, al lado de sus antecesores en el cargo.

Los antecedentes
Para llegar a la semblanza de nuestro ministro, hay que remontarse, brevemente, a sus ancestros, pues sin conocer los antecedentes, quizás no logremos saber el presente. Gabriel llegó a este mundo con los genes creadores y literarios por los dos costados, el paterno y el materno.
Su padre, Domingo Franco Botas, nacido en Rabanal del Camino en 1855, estudió en el Seminario de Astorga y se decantó por la Medicina. Ejerció en la ciudad formando parte de aquel grupo de médicos emblemáticos, sabios y humanistas, como lo eran entre otros Eduardo Aragón o Enrique  Alonso Goy que cuenta con su breve calle. En la Beneficencia Municipal y el Hospital de San Juan tenía su campo de acción Domingo. Su vena creadora y literaria quedó impresa en el libro titulado Memoria sobre la situación higiénica de Astorga, donde denunciaba las muchas carencias de la ciudad como la falta de desagües, los muchos pozos negros existentes, aguas estancadas especialmente en los arrabales y viviendas hacinadas y faltas de ventilación.

Sin embargo la vena de creador y de escritor que desarrolló Gabriel le llegó por vía materna; por su abuelo Ángel López Anitua y su tío Álvaro López García. El abuelo que había nacido en la localidad burgalesa de Cerezo del Río Tirón, estudió en Zamora al lado de un tío canónigo y aparece por Astorga en 1852 como Vicesecretario de cámara del Obispado y Procurador del Tribunal Eclesiástico, oficio que desempeñó hasta 1872 año de su fallecimiento. Por cierto, en este cargo de Procurador le sucedió aquel atrabiliario sabio que fue don Ángel San Román, carlistón empedernido y bohemio como nadie. López Anitua dejó un montón de escritos en el “Boletín de la Diócesis”, fundado justamente el año de su llegada a Astorga, única publicación en la ciudad hasta la década de los ochenta. Como fino poeta, entre sus obras podemos destacar Ensayos poéticos, Ocios de mi juventud, Recuerdos de Villalar o Ester un drama bíblico en cuatro actos

El tío, Álvaro López, de quien supimos –como del abuelo- al localizar la partida de bautismo de Gabriel, fue un sacerdote muy conocido en la vida  madrileña a donde se trasladó en 1898 después de haber estudiado en nuestro seminario y ejercer como vicario en Ponferrada. Un año después, en 1899 fallece el médico Franco Botas, con sólo 44 años y la madre buscó el cobijo, para ella y su hijo de dos años, al lado del hermano que desempeñaba importantes cargos eclesiásticos en la Corte; fue capellán canónigo  de la Iglesia de la Encarnación y Rector de la Pontificia y Real iglesia de Nuestra Señora del Buen Suceso.
Álvaro López colaboró intensamente en “El Pensamiento Astorgano” en cuyas páginas publicó numerosos cuentos y artículos. Entre sus libros destacaremos Cuentos y narraciones y La Cruz del perdón. En Madrid falleció Álvaro a los 74 años de edad en agosto de 1944.

Dos años tenía Gabriel cuando su madre se trasladó a Madrid buscando el amparo fraternal. A la sombra del tío creció nuestro futuro ministro que había nacido  el 14 de octubre de 1897. Nació en la casa paterna que es el actual número 9 de la calle de Pío Gullón, entonces llamada Rua Nueva en contraposición a la vía que lleva hoy los nombres del propio Gabriel y del diputado Manuel Gullón llamada Rua Antigua. Fue bautizado en la parroquial de San Bartolomé, oficiando en la ceremonia su tío Álvaro que dejó constancia del hecho al asentarlo en le libro de bautismos, así informaba que era vicario en la iglesia de San Andrés de Ponferrada. Como era costumbre en aquellas épocas se le impusieron los nombres de  Gabriel, Ángel, Santos, y Calixto.
Al lado de su tío creció y se hizo hombre Gabriel; allí estudió el bachillerato y en la Universidad Central se licenció y se doctoró en Derecho. Tanto durante su vida de estudiante universitario como en los años de postgraduado –lo cual nos indica la buena tutoría que ejercía el tío cura- realizó varios viajes de estudios a Alemania donde se especializó en materia de Hacienda a la vez que aprendió el idioma que llegó a dominar fluidamente.
Pensionado por la llamada Junta de Ampliación de Estudios, Gabriel acudió a cursos especializados en las universidades de Tubinga, de Berlín y en París a la propia Sorbona especializándose en Ciencias Económicas y Sociales. Aprovechó estos años, en los que también ejercía de profesor ayudante en la universidad madrileña, para realizar la traducción  de un libro tan importante como era el titulado Tratado de Economía Política del alemán  Federico Von Kleinwäschter, catedrático de la universidad de Czerbwiz y pope mundial de esta materia. Hasta 1936 y aún después la traducción realizada por el astorganos fue libro de texto en la universidad de Madrid, donde Gabriel ejerció su primer destino docente.
Treinta años contaba cuando logró, por oposición, la cátedra de Economía Política en la Universidad de Murcia, para pasar poco después a la de Salamanca a impartir la misma materia ( Este dato se recoge en su currículo del Congreso, si bien según algunos familiares consultados  ejerció primero en Salamanca y después en Murcia). No hemos comprobado cual es la versión correcta, pero el detalle carece de importancia.
Al advenimiento de la República, Gabriel se interesa por la política en la que lleva a cabo una carrera meteórica, en este caso gracias a su valía que todos sabemos lo que ocurre en este campo en el que León lleva la palma. En las elecciones constituyentes de 1931 es elegido diputado por nuestra provincia con el partido de Unión Republicana, y en esa legislatura forma parte de las comisiones de Economía como no podía ser de otra manera y en la de Agricultura.
Fue designado Consejero del Banco de España y Gobernador del Banco Exterior de España. En 1936, junto con el que después sería presidente Azaña, con el diputado y prestigioso veterinario leonés Gordón Ordás –presidente de la República en el exilio mejicano- y otros destacados políticos fundan Izquierda Republicana. Contaba Gabriel 39 años y es en febrero de 1936 cuando Azaña lo nombra ministro de Hacienda, sabiendo que nadie como el astorgano sería capaz de desempeñar esa cartera en circunstancias tan delicadas.
Aligerando en esta corta disertación, diremos que Gabriel Franco representó a España en la Conferencia Económica Internacional  de Ginebra de 1932 y en la de  Londres de 1933. Que resultaron un fracaso.
Fue nuestro personaje uno de los oradores más apreciados durante su estancia en el parlamento, amén que como curiosidad y dada la juventud de Gabriel, cosa extraña en aquellas épocas, las féminas hablaban del “diputado guapo”.
Como no podía ser de otra forma, habiendo sido un destacado dirigente hubo de buscar cobijo y exiliarse, primero en París donde permaneció hasta el estallido de la II Guerra Mundial, a causa de lo cual se trasladó a Méjico, donde ya se encontraba su paisano Gordón Ordás. Allí, en la universidad impartió clases de Economía y a la vez desempañó la Gerencia de la Sociedad  de Fomento Económico de Méjico.
Las condiciones climáticas, y sobre todo la altitud de Méjico no eran propicias para su salud que se deterioró bastante. Con los brazos abiertos lo recibieron en Puerto Rico, lugar de acogida de varios exiliados entre ellos Vela Zanetti o Juan Ramón Jiménez. En la universidad de Río Piedras impartió clases hasta su jubilación que se produjo en 1972.
Hay que decir que en esa universidad coincidió con otro astorgano, el crítico literario y posteriormente Premio de las Letras Príncipe de Asturias, Ricardo Gullón, once años más joven que Gabriel. En una charla de éste sobre su estancia en Puerto Rico y refiriéndose a Gabriel decía: Dije que era un hombre bueno, más diré, bondadoso. Físicamente atractivo, un hombre guapo que estimulaba a las jóvenes  y hacía suspirar a las maduras. Palabras estas de Gullón que corroboran su fama de guapo  en la época de diputado.
Esa bondad que destaca Gullón, la demostró Gabriel a lo largo de su vida y durante su época de diputado buscando mejoras para Astorga y su comarca como puede comprobarse si se repasan las actas del Ayuntamiento o las de la Cámara de Comercio e Industria donde hay constancia de los agradecimientos por sus desvelos.
Después de 31 años de exilio, en 1967, visitó su Astorga natal, paseó por la muralla, recorrió sus calles, se llenó de nostalgias y regresó a Puerto Rico para cerrar su periplo docente en 1969, retornando al Madrid de su niñez y juventud. Disfrutó poco de su jubilación pues falleció en 1972.
Como dato curioso e intrascendente, hemos de decir que durante su larga estancia en Río Piedras, tanto Gabriel como Gullón, debieron conocer a una catedrática de literatura, más Gullón por afinidad, descendiente del Val de San Lorenzo que hace el número seis del condado de la Reunión de Cuba, fundado en 1824 por un valuro llamado Santiago del la Cuesta Manzanal. Es la condesa Alicia González Diago Arrieta y de la Cuesta.
 Bueno cerramos. Aquel año 1989 se le restituyó (a título póstumo y pasados 53 años) el nombramiento de  Hijo Predilecto de la ciudad y tuvo su calle; no la plazuela de San Julián, sino parte de la que en su día se llamó Rua Antigua, más tarde Pastelería, después San Julián, se llamó General Mola y ahora esperemos que definitivamente Gabriel Franco. Pero quedó en el aire la colocación de un medallón en el salón de sesiones, que las cosas si no se realizan  de inmediato, los ánimos se enfrían y pasa lo que pasó.  A 75 años de un acuerdo municipal y a 22 del otro, ahora  se va a descubrir una lápida que perpetúe su memoria en este salón. Con ese memorial y  los que le acompañan de Pío Gullón, Manuel García Prieto, Manuel Gullón, Lope María Blanco Cela y Marcelo Macías este recinto que para todos los astorganos ha de ser sagrado queda ennoblecido.
Muchas  gracias.
Martín Martínez
Cronista oficial de Astorga