Con gran pena por mi parte, no pude asistir a esta velada poética protagonizada por Carmen Busmayor. La asistencia al pleno ordinario municipal que, a la hora de programar esta actividad, no se pensaba celebrar hasta el mes de septiembre, me impidió hacerlo. Sin embargo, si tenía preparada su presentación así que Piedad Fdez. Claro, en representación de una de las concejalía que represento, presentó mis disculpas y lo leyó por mí. Siempre es agradable volver sobre los versos de Carmen, escucharlos, te hace descubrir en ellos connotaciones no descubiertas en otras ocasiones. Por ello, lamento no haber podido estar allí físicamente, aunque mi espíritu sí revolotease por ese entorno milenario.
TARDES DE MÚSICA Y VERSOS. IV
PRESENTACIÓN DE “CANCIONES Y OFRENDAS”, DE CARMEN BUSMAYOR.
Con la presencia de Carmen Busmayor entre estas milenarias piedras, llegamos al ecuador de estas Tardes de Música y Versos que están llenando de poesía las veladas veraniegas. Siguiendo con mi línea, no quiero hablar de Carmen – magnífica poeta que a menudo nos visita con sus versos – ciñéndome a la lectura de un currículum que enumeren los méritos como escritora que, sin duda, se traducirán mejor a través de la lectura de sus versos que de la enumeración de sus publicaciones.
Estoy segura que ella sabrá entender sin duda esta elección y que me permitirá la osadía de hablar de ella de una manera un tanto más informal y más cercana. Su presencia, y la de sus lecturas es un elemento presente en muchos de los encuentros poéticos no solo de nuestra provincia, sino de otros muchos puntos de la geografía española. Pero puesto que tal vez lo más cercano sea lo que más nos suene, recordaré que el ritmo y la cadencia de sus versos, la universalidad de sus palabras y el juego del lenguaje que busca recuperar ecos perdidos, se han dejado escuchar en encuentros ya clásicos como “Poesía para vencejos”, Poesía “A orillas del Órbigo”, “Versos en el hayedo de Busmayor”, siendo merecedores de numerosos premios a lo largo y ancho de toda nuestra geografía. Eso sin olvidar las reiteradas ocasiones en las que nos ha acompañado en los momentos literarios de nuestra ciudad.
Es Carmen Busmayor una mujer cosmopolita con un apasionado interés por los viajes, viajes en los que observa, recoge y vive experiencias que van llenando su imaginario para poco a poco aflorar a través de sus palabras a esos poemas con los que a veces nos deleita, nos incomoda en ocasiones. Versos llenos de fuerza, de sentidos ocultos, de multiplicidad de ideas…, versos que son el resultado del poso que los viajes y la vida van dejando en ella en el intenso recorrido por el mundo. A veces para dar fruto a poemarios que podríamos decir que son como aquellos antiguos libros de viaje, pero con otro estilo, con otra fuerza. La que le da trasladar sus experiencias a la fuerza de los versos.
También es Carmen una amante del lenguaje, que recupera en sus páginas palabras antiguas, palabras perdidas en el anonimato de un lenguaje que se vuelve cada vez más uniforme, más impersonal, más anodino. Ella busca en el inmenso baúl de su bagaje literario, entre las páginas polvorientas de los diccionarios, en el antiguo uso de la palabra, para recuperar términos perdidos. Y darles lustre, y darles esplendor, significado, permitiendo con ello la recuperación de palabras que creíamos perdidas, olvidadas, o aquellas otras que tal vez nunca conocimos.
Hoy Carmen Busmayor, poeta, escritora, incansable viajera, “decidora” de versos, de sus versos, vuelve a esta ciudad de Astorga que quiere considerarla como un poco suya, y quiere arroparla con vuestra presencia. Dejar que el eco de sus versos caracolee, enredándose entre el pasado que representa el lugar que nos acoge y el presente y el futuro que supone la presencia de cuantas personas hoy la acompañamos, personas amigas, o no, amantes de la poesía o tal vez simplemente curiosas frente a la misma. Para que el espacio y la tarde se llene con la musicalidad de las palabras entrelazadas en estas “Canciones y ofrendas”, con las que hoy quiere acompañarnos.
Gracias Carmen por haber aceptado, una vez más, acompañarnos en estas hermosas tardes literarias.
Mercedes G. Rojo
28 de julio de 2011
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